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domingo, 21 de diciembre de 2014

Ciudades colombianas ahora con categoría

Ciudades colombianas ahora con categoría
Bogotá, Pereira, Manizales y Tunja están entre las ciudades ‘mayores’, mientras Riohacha y Quibdó son categorizadas como ciudades ‘embrionarias’.

    
Nueva clasificación permite focalizar las inversiones en cada ciudad teniendo en cuenta la edad de sus habitantes y aplicar políticas públicas que respondan a la demanda de servicios de educación, salud y protección social.

El Departamento Nacional de Planeación (DNP) definió seis categorías de ciudades colombianas teniendo en cuenta la edad promedio de sus habitantes y la demanda diferenciada de servicios de educación, salud, protección social y cuidado de personas dependientes. La nueva clasificación surgió de un estudio y análisis concentrado en las 23 principales ciudades de Colombia y sus respectivas áreas metropolitanas en los casos en los que existe conurbación y que buscaba establecer dónde está el crecimiento económico del país. El trabajo de categorización fue realizado por la Misión de Ciudades del DNP con el fin de entender las problemáticas de los territorios y en esa dirección aplicar políticas públicas diferenciales que permitan atender las necesidades y requerimientos de sus habitantes. 


El análisis de las ciudades lo hicieron los expertos con base en siete dimensiones: estructura demográfica, situación del mercado laboral, educación, salud, pobreza monetaria, pobreza multidimensional y desempeño institucional. 

El director del DNP, Simón Gaviria, dijo que la nueva categorización de ciudades es muy útil para planificar las inversiones públicas en servicios y ejecutar políticas de generación de empleo y protección social de los habitantes de acuerdo a sus edades. Agregó que esta categorización permite entender que Colombia no es homogénea, que es un país de regiones y que cada territorio requiere una estrategia diferente en materia de inversión social para mejorar sus condiciones de vida.


El DNP utilizó el método de clústeres jerárquicos para agrupar las ciudades según el grado de similitud en cada una de las 7 dimensiones analizadas. Como resultado de este ejercicio se conformaron los siguientes grupos de ciudades de acuerdo con la edad promedio de sus pobladores:


1. Las ciudades ‘mayores’ (Bogotá, Medellín, Manizales, Pereira, Bucaramanga, Tunja)presentan el bono demográfico más avanzado, con mayor dependencia demográfica de mayores de 65 años y mayor velocidad de envejecimiento. Requieren: desarrollos en calidad de la educación, desarrollos en el mercado de trabajo, programas de cuidado, particularmente con adultos mayores, y atracción de jóvenes para prolongar el bono.

2. Las ‘ciudades “maduras’ (Cali y Armenia) presentan un bono demográfico relativamente avanzado, con tendencia fuerte al ‘envejecimiento’; sus niveles de desarrollo social son relativamente altos. Requieren: consolidar los servicios sociales, mejoramiento de la calidad de la educación, algunos rezagos críticos de cobertura en educación media y superior. Fortalecimiento institucional de atención, desarrollar programas de cuidado para adultos mayores.

3. Las ciudades ‘adultas’ (del sur) (Ibagué, Neiva, Popayán y Pasto) están en pleno bono demográfico, con necesidad de crecimiento y ahorro. Sus niveles de desarrollo social son relativamente altos, con fortalezas en salud, educación y coberturas de servicios públicos. Son ciudades bastante conectadas con la economía rural. Requieren: consolidar los logros sociales (educación), desarrollo del mercado de trabajo, con mayor calidad (formalidad, productividad), lograr mejores resultados en pobreza e iniciar programas para el adulto mayor. 

4. Las ciudades ‘grandes y jóvenes’ (Cartagena, Cúcuta AM, Barranquilla AM y Villavicencio)presentan altas tasas de dependencia demográfica, especialmente de menores (el bono apenas comienza). Son dinámicas, con importantes deficiencias sociales, al igual que en calidad educativa, alta informalidad laboral, y niveles de pobreza entre intermedios y altos. Requieren: superar los déficits sociales, fortalecimiento institucional, en particular programas que buscan superar la pobreza. Reducción del déficit en vivienda y servicios públicos (excepto Barranquilla). Definir rutas productivas y de empleo.

5. Las ciudades ‘adolescentes’ (Sincelejo, Florencia, Montería, Valledupar y Santa Marta) han iniciado el periodo de bono demográfico. Todavía presentan altas tasas de dependencia de menores. Con logros en algunas metas mínimas, presentan intensos problemas de pobreza ciudadana y económica, y déficit de vivienda y servicios públicos, así como problemas de mercado de trabajo. Requieren: acelerar cumplimiento de logros mínimos en servicios y capacidades sociales. Universalidad. Es posible anticiparse al aprovechamiento de bono (atención al menor, educación y mejoramiento del empleo).

6. En las ciudades ‘embrionarias’ (Riohacha y Quibdó) no ha iniciado el bono demográfico. Tienen altas tasas de dependencia de menores. Su desempeño en derechos y condiciones sociales es muy precario y no alcanzan las metas mínimas. Requieren: alcanzar metas mínimas de universalidad del desarrollo social (salud, educación, vivienda, servicios públicos), hasta llegar a promedios urbanos de hoy. Inversión importante en primera infancia, educación y servicios públicos.

jueves, 18 de diciembre de 2014

Técnicas de estudio

Siete técnicas de estudio que te ayudarán a aprobar los exámenes
El alumno estratega no se limita a subrayar y memorizar textos, sino que procesa la información haciendo uso de diferentes herramientas




 “La tecnología lo inunda todo. También la forma de estudiar, pero hay que saber cómo utilizarla”. A Anna Iñesta, directora del Centro de Innovación Educativa de ESADE, no le gusta hablar de técnicas de estudio, sino del alumno estratega, aquel que no se limita a subrayar y memorizar ingentes cantidades de texto y que en su lugar procesa la información haciendo uso de diferentes herramientas. En algunos casos aplicaciones (App) y en otros el mero intercambio de impresiones con compañeros de clase. Es lo que los expertos llamanreciprocal teaching (enseñanza recíproca). “Está demostrado”, dice Iñesta, “que al recibir una explicación por parte de un igual -otro alumno- ambos procesan mejor ese contenido y mejoran la asimilación de conceptos”.
España es el país líder en Europa en uso de smartphones con un 66% de penetración, según el informe Spain Digital Future in Focus de ComScore, y el 40% de los jóvenes utiliza el móvil para estudiar o intercambiar apuntes, señala un estudio de Tuenti Móvil e Ipsos. Cada vez más los estudiantes hacen uso de la tecnología para hacer frente a los exámenes, pero es importante poner límites y no perder la concentración frente al huracán de estímulos de la Red.
Con tecnología y sin ella, aquí van siete consejos de expertos para preparar mejor los exámenes.
1- Gana concentración. Los ordenadores y las tabletas han robado parte de protagonismo al papel a la hora de estudiar. Cada vez se usan más, ya sea para leer los temarios o realizar mapas conceptuales online. Pero también pueden distraer fácilmente y perjudicar la concentración. “Los avisos de la entrada de nuevos correos electrónicos o las interacciones en Twitter o Facebook son continuas y es importante desconectar mientras uno estudia”, señala Anna Iñesta. Para lograrlo, la experta propone utilizar la herramienta Ommwriter, que una vez instalada en el ordenador o dispositivo móvil, corta todo intercambio de informaciones a través de la Red. Es un programa que recrea la nada y cuando se pone en marcha siguen llegando correos pero no saltan las alertas. Al abrirlo, se escoge un fondo, un ruido (el sonido de una biblioteca o de una pecera) y el tipo de letra con la que se va a escribir. “Este procesador de texto de estilo zen permite mayor concentración y reflexión”, añade Iñesta.
2- Elabora un calendario de estudio. Aplicaciones como Google Calendar, Sunrise Calendar, Awesome Calendar, o The Homework App son útiles para organizarse. “Es recomendable utilizar un formato mensual que te permita visualizar todos los días disponibles de un solo vistazo. Hay que señalar las fechas de los exámenes y tachar los días en los que no te será posible estudiar”, señala Nuria Suñé, psicóloga y directora del Centre Future. Además, hay que dividir los días de estudio en dos bloques (mañana y tarde) y distribuir de forma estratégica el tiempo que se destinará a las distintas asignaturas en función de su complejidad. “Aunque tengas el calendario en la cabeza, para tu cerebro no es lo mismo escribirlo o programarlo que sólo imaginarlo. El hecho de organizarlo te permite rebajar tu sensación de indefensión y de falta de tiempo y fomenta un análisis de la situación más realista y ajustado”. Suñé recalca que disminuir la ansiedad es aumentar la productividad, y aconseja dedicar una mañana si es necesario a la elaboración del calendario. “Una vez lo hayas acabado, te sentirás mucho más tranquilo”, asegura.
3- Crea mapas conceptuales online. Aplicaciones comoMindmeister o Vue permiten crear mapas conceptuales online. “Al elaborar estos esquemas, el estudiante realiza un esfuerzo importante para distinguir lo esencial de lo superfluo y procesa mejor la información. Estos mapas son como un árbol que entrelaza conceptos clave sobre una temática; aportan una visión global”, indica Anna Iñesta, de ESADE. Estas aplicaciones permiten trabajar de forma individual y colectiva; los mapas pueden ser diseñados por diferentes estudiantes desde distintos lugares, siempre y cuando estén conectados a Internet. Además, se puede garbar el proceso de elaboración del mapa y reproducirlo cuantas veces se quiera. Una vez finalizados, los estudiantes pueden quedar para exponer la parte que han realizado. “Científicamente está demostrado que el aprendizaje colaborativo tiene ventajas en el proceso de adquisición de conocimientos”, dice Iñesta en referencia a estudios como Student-student interaction: The neglected variable in education, de Johnson, D. W. y Johnson, R (publicado en Educational Researcher en 1981). “Explicar algo a otra persona es la mejor manera de interiorizarlo, el proceso de adquisición de conocimientos finaliza cuando se verbaliza. Si no lo sabes explicar, no te lo sabes”.
4- Crea foros online para preparar el examen. Ya sea a través de los campus virtuales de las universidades o de espacios web como Blogger (de Google) o Wikispaces, el alumno puede crear foros para proponer distintas preguntas sobre la materia que va a examen y propiciar que el resto de estudiantes participen para dar la mejor respuesta. Ángel Sobrino, vicedecano de Investigación de la Facultad de Educación y Psicología de la Universidad de Navarra, considera que a través de estas plataformas los alumnos se motivan a estudiar: “Al comprobar que otros controlan un tema que a ellos se les escapa, se ponen las pilas para no quedarse atrás”. En ocasiones son los propios docentes los que generan estos foros. “Hasta ahora este tipo de herramientas solo se usaban en el e-learning (universidadesonline), ahora cada vez se emplean más en las universidades presenciales”. Si el centro no dispone de un campus virtual, el alumno puede crear un espacio para compartir información en canales como Blogger o a través de redes sociales como Facebook.
5- Amplía tus apuntes con tu propia investigación. El profesor de Ciencias Políticas y vicerrector de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR) Josu Ahedo recomienda ir más allá del temario ofrecido por el docente y complementar los apuntes con datos adicionales obtenidos con búsquedas rigurosas. Una de las opciones es Google Académico. “Se pueden encontrar ensayos de autores de referencia que ayudarán al estudiante y le diferenciarán del resto”.
6- Ponte a prueba. La mejor forma de preparar un examen es simularlo. “Estudiar no consiste en hincar los codos y memorizar, sino en hacerse una representación muy clara de cómo va ser el examen y diseñarlo”, explica Antoni Badia, profesor del departamento de Psicología y Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Hay que analizar cuáles son las competencias que más valora el docente y atender a las pistas que da sobre cómo será el examen. Además de preparar una prueba tipo test o de desarrollo, el alumno puede consultar las publicaciones del docente para fijarse en la forma en que describe el fenómeno, en qué puntos se extendió más y qué priorizó.
7- Representa con gráficos el texto (infografías, líneas de tiempo). “Cuando un profesor pide que se compare A con B no espera una explicación de A y B por separado”, asegura Badia. Es necesario identificar qué herramienta de aprendizaje puede ser útil según la temática. Por ejemplo, para estudiar las obras del Barroco puede ser útil elaborar fichas con la información. Para relacionar unos conceptos con otros son convenientes las infografías, líneas de tiempo o gráficos con flechas que expliquen causas y consecuencias (en materias como historia o física). “Gran parte del texto se puede representar gráficamente. No se trata de hacer esquemas de todo, sino de aquello que requiera una mayor profundización”. Es lo que Badia llama uso estratégico de las herramientas.