lunes, 26 de octubre de 2015

La Revolución Francesa.

LECTURA GUÍA DEL TEMA GENERAL 

La Revolución francesa

Campesino llevando a cuestas a un noble y a un cura. 1789.
Uno de los acontecimientos que más influyó en el desarrollo histórico del mundo a lo largo del siglo XIX fue la Revolución francesa de 1789. Esta dio inicio a un proceso de cambios políticos y sociales que trascendieron las fronteras francesas y estructuraron la vida política de muchas naciones hasta nuestros días. Se suprimieron los antiguos derechos feudales, se proclamó la igualdad de todas las personas ante la ley, se instauró la república y se consolidó la doctrina sobre la soberanía del pueblo por encima de los derechos del rey.

Antecedentes de la Revolución

Durante el siglo XVIII, Francia al igual que España y Portugal, se caracterizaban por tener una división estamental y un sistema de gobierno absolutista, al que se conocía como Antiguo Régimen.

La sociedad estaba dividida en tres estamentos o estados principales:

La nobleza: conformada por tres grupos: la alta nobleza de espada que tenía un origen militar y de familias reales tradicionales; la alta nobleza de toga, de origen burgués, que obtuvo títulos nobiliarios gracias a vínculos matrimoniales con la nobleza tradicional, y la baja nobleza, la cual no percibía rentas pero disfrutaba de privilegios.

El clero: compuesto por el alto y bajo clero. El alto clero era cercano a la nobleza de Versalles y dueño de una décima parte del territorio francés. El bajo clero se localizaba en las provincias y tenía menos privilegios.

El tercer estado o estado llano: representaba el mayor porcentaje de la población y estaba conformado por la alta y pequeña burguesía, así como por las clases urbanas y campesinas. La alta burguesía estaba compuesta por los financieros, banqueros y grandes comerciantes, y la pequeña burguesía, por profesionales liberales, pequeños comerciantes y maestros artesanos. Los campesinos eran el sector menos favorecido dentro del tercer estado, pues vivían en condiciones precarias de pobreza y de servidumbre.

El palacio de Versalles. Sede de la monarquía francesa
 a finales del siglo XVIII.
La nobleza y el clero eran dueños de la mayoría de las tierras, controlaban el poder político y disfrutaban de privilegios como no pagar impuestos y tener leyes especiales. La mayoría de la población soportaba las cargas fiscales con las que se sostenía la estructura administrativa de los Estados y la minoría privilegiada.










Causas de la Revolución

Luis XVI, rey de Francia.
En la segunda mitad del siglo XVIII, Francia era el Estado más representativo del Antiguo Régimen: era absolutista con una economía rural y una sociedad estamental. En esta situación, cuatro tipos de causas provocaron la Revolución:

Económicas. Desde 1760 se sucedieron una serie de malas cosechas que llevaron a la ruina a los productores de cereales y de vinos. Además, la autorización para la exportación de trigo en 1787, redujo su disponibilidad en el mercado interno. Las malas cosechas de 1788 y 1789 provocaron el incremento de precios de productos agrícolas, entre ellos el trigo, base de la alimentación de los sectores pobres. Además, Francia vivió un incremento demográfico al llegar a tener una población de 28 millones de habitantes en 1789.

Fiscales. El Estado francés se encontraba en una grave crisis financiera, ya que a lo largo del siglo XVIII se había embarcado en continuas guerras contra las potencias europeas. Además, el apoyo militar que brindó a la guerra de independencia norteamericana la condujo a la bancarrota final. Para 1788, los gastos militares y diplomáticos absorbían el 25% del presupuesto, mientras que los excesos del rey y su corte solo representaban el 6%.

Cortesanos franceses del siglo XVIII.
Sociales. La crisis económica y sus posibles soluciones generaron un gran descontento entre todos los sectores sociales. Las medidas de emergencia propuestas por los ministros del rey Luis XVI, que obligaban al pago de impuestos sobre la propiedad, fueron rechazadas por los sectores nobles y clericales.

Los burgueses estaban descontentos porque, a pesar de su creciente poder económico, carecían del poder político. Además, consideraban injusto que solo el tercer estado, al cual pertenecían, pagara impuestos.

Ideológicas. La influencia de las ideas ilustradas hizo que la mayoría de la población tomara conciencia de que el Estado debía respetar sus derechos.

El gobierno de Luis XVI

Quien gobernaba en Francia en esta época era el rey Luis XVI, casado con María Antonieta, que era de origen austriaco. María Antonieta gozaba de gran poder e influencia, aunque en realidad era ignorante en cuestiones de política. Luis XVI, por su parte, era consciente de la difícil situación por la que atravesaba el reino, pero su débil carácter no le permitió afrontar los problemas.

Los monarcas de Francia eran tan detestados que en las plazas, a escondidas de la guardia real, los bufones imitaban a Luis XVI por carecer de dominio y a María Antonieta por gastar el dinero de Francia en perfumes y elegantes trajes.

¿SABÍAS QUE...?
Las protestas por el pan eran manifestaciones hechas por personas pobres de la sociedad francesa, ya que este era el principal elemento de su dieta. En la compra de este producto se iba la mayor parte de su salario, ya que los precios estaban sujetos a continuas fluctuaciones. Labrousse calculó que en Francia, entre 1720 y 1780, una persona gastaba, incluso en época de abundancia, alrededor de la mitad de su salario en pan.


Sesión inaugural de los Estados Generales, 
grabado de Jean-Michel Moreau, el Joven (1789).
Fases de la Revolución

La Revolución francesa se dividió en cuatro fases que fueron:

La convocatoria de los Estados Generales.

La Asamblea Nacional Constituyente.

La Convención.

El Directorio.

La convocatoria de los Estados Generales

En 1789, ante la grave crisis económica, Luis XVI convocó a los Estados Generales, que representaban a los tres estamentos que conformaban la sociedad francesa: el clero, la nobleza y el tercer Estado, conformado por burgueses, campesinos y sectores populares urbanos, los cuales eran llamados sans-culottes. La burguesía estaba formada por comerciantes, artesanos, hombres de negocios, banqueros y abogados. Estos últimos eran hombres cultos e instruidos en el arte de hablar y convencer al pueblo, se destacaron como oradores en las tribunas, en las plazas públicas y lideraron el tercer Estado.

Aunque la asamblea no se reunía desde 1615, es decir, hacía más de 150 años, la idea del rey era dar solución a los problemas de Francia. Por ello, el 5 de mayo de 1789, en el palacio de Versalles, comenzaron las sesiones de los Estados Generales con 1.200 diputados: 300 de la nobleza, 300 del clero y 600 del tercer Estado. En su discurso de apertura, el rey manifestó que esta asamblea debía limitarse a tratar las cuestiones económicas, dejando de lado las cuestiones políticas. Además, las sesiones quedaron atrasadas por el desacuerdo en el sistema de votación que consistía en que cada estado emitía un voto con respecto al tema que se estuviera tratando. En este caso, la nobleza y el clero se aliaron para defender sus privilegios, de manera que poseían dos tercios de los votos.

Juramento del Juego de la Pelota. 1789. Pintura de Louis David.
Ante esta situación, el tercer Estado solicitó que los votos fueran individuales, es decir, no por estamento sino por persona, con el fi n neutralizar dicha alianza. El clero y la nobleza se negaron a aceptar dicha petición lo que motivó a los miembros del tercer Estado a constituir una Asamblea Nacional.

El 20 de junio, sus integrantes hicieron el Juramento del Juego de la Pelota. El acto se realizó en un salón del palacio en el que se practicaba este deporte, y por el cual se comprometieron a no separarse hasta aprobar la Constitución. El 9 de julio, esta asamblea se transformó en Asamblea Nacional Constituyente.

La Asamblea Nacional Constituyente

La Toma de la Bastilla.
Atemorizado por el desarrollo de los acontecimientos, el rey Luis XVI ordenó el despliegue de tropas en Versalles y París. Esta medida desató la furia del pueblo parisino, que el 14 de julio asaltó La Bastilla, prisión política y símbolo del poder real. Bajo las órdenes del Marqués de Lafayette, las milicias revolucionarias conformaron la Guardia Nacional. La revolución de París se extendió a las provincias francesas, donde las multitudes de campesinos asaltaron castillos y residencias de la nobleza.

La Asamblea Constituyente abolió los privilegios señoriales y, el 26 de agosto, aprobó la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano, documento que serviría de prefacio para la futura constitución y que estaba basado en los principios de libertad, igualdad y fraternidad. Con esta declaración no habría nobles y plebeyos, sino ciudadanos franceses.

A continuación, la Asamblea decidió realizar una reforma eclesiástica, con el objetivo de hacer efectiva la igualdad y ampliar la disponibilidad de tierras para los ciudadanos. Para ello, dispuso la nacionalización de los bienes eclesiásticos y su venta en subasta pública. La Iglesia católica era dueña de cerca del 10% de las tierras del país, y estaba exenta de todo tipo de impuestos. Por ello, esta disposición la afectó enormemente, pues perdía la tierra y el cobro del diezmo.

La Constitución de 1791

Cartel revolucionario.
En los meses siguientes, la Asamblea prosiguió con la elaboración de su Constitución, la cual se promulgó en septiembre de 1791. Esta convirtió a Francia en una monarquía constitucional limitada, en la que el rey perdía sus poderes legislativos, pero consideraba la potestad de vetar leyes y manejar las relaciones exteriores del país. El poder legislativo quedó en manos de una Asamblea Legislativa que era elegida por medio del sufragio censitario. El país se dividió en 83 departamentos, se proclamó la libertad de empresa y de trabajo, así mismo se secularizaron los bienes de la Iglesia. Finalmente, Luis XVI convocó a elecciones para elegir a los miembros de la Asamblea Legislativa.

En el lapso en que se hacía la constitución, muchos miembros de la nobleza salieron del país y alentaron a otras monarquías a intervenir en Francia. Con ese respaldo, Luis XVI y su familia intentaron huir en junio de 1791, pero fueron capturados. Este hecho acrecentó los temores del pueblo de un “complot de la nobleza”, lo que provocó saqueos sobre propiedades de la nobleza y estimuló el crecimiento de grupos políticos radicales.

Sufragio censitario: sistema electoral que establece requisitos de tipo económico, educativo o social para que los ciudadanos ejerzan su derecho al voto.

La Convención

Francia y el desarrollo militar de la Revolución francesa, 1789-1795.
Las reformas implantadas por los revolucionarios preocuparon a las monarquías europeas. Por ello, en abril de 1792, los ejércitos de Austria y Prusia invadieron Francia y derrotaron a las fuerzas revolucionarias. El pueblo sospechó que el rey estaba conspirando contra la revolución, por lo que atacó el palacio de las Tullerías en agosto de 1792. La revuelta decretó el fi n de la Asamblea Constituyente y el arresto del rey. En septiembre se convocó a elecciones para formar una nueva asamblea, llamada la Convención. En ella, las dos facciones políticas más importantes eran:

Los girondinos. Conformada por representantes de la alta burguesía, cuya postura era moderada y de apoyo a la legalidad constitucional.

Los jacobinos. Sus integrantes provenían de los sectores más populares, y sus posturas eran extremistas y radicales.

La convención girondina

Esta fase fue dominada por los girondinos, la cual decretó la abolición de la monarquía y el establecimiento de la república. Poco después, el rey fue acusado de traición y en enero de 1793, ejecutado en la guillotina. Este hecho provocó la formación de una gran coalición europea contra Francia. Asimismo, en la región de La Vendée inicio una sublevación contrarrevolucionaria de campesinos católicos y realistas, la cual se extendió por varios departamentos y sumió al país en una guerra civil. Estos hechos permitieron la formación de un Comité de Salvación Pública dirigido por los jacobinos.

El asalto a las Tullerías, en París, el 10 de agosto de 1792.
La convención jacobina

Entre junio de 1793 y julio de 1794, la Revolución entró a su fase más radical. Luego de la caída de los girondinos, se aprobó la Constitución del año I (1793), que incluía el sufragio universal y amplios derechos políticos y sociales. Sin embargo, la aguda situación política no permitió su implementación y sí, por el contrario, una dictadura que se conoció como el período de terror.

Liderada por el dictador Maximilien de Robespierre, se decretó la ejecución de más de 50 mil personas acusadas de traición a la revolución. Estos excesos, ocasionaron la reacción de la Convención, que llevó a la ejecución de Robespierre y al establecimiento de una nueva constitución en 1795, en la que se crearon dos cámaras legislativas y el poder ejecutivo recayó en un Directorio.

El Directorio

Maximilien Robespierre.
Desde 1795, la revuelta retomó su carácter revolucionario y burgués. Para evitar el resurgimiento de la dictadura, el Directorio fue conformado por cinco miembros, elegidos uno por año y dotados de poderes limitados. Asimismo, el poder legislativo recayó en el Consejo de los Ancianos y en el Consejo de los Quinientos.

El nuevo régimen, compuesto principalmente por la burguesía moderada, era impopular y tuvo la oposición de los sectores monárquicos y jacobinos, lo que conllevó una notable inestabilidad. Conjuras y levantamientos, como las conspiraciones de Babeuf en 1796, Fructidor en 1797, Floreal en 1798 y Pradial en 1799, caracterizaron este período.

No obstante, en el ámbito externo la situación empezó a mejorar. Los ejércitos revolucionarios lograron sendos triunfos sobre los de la gran coalición europea, mientras que algunos países empezaron a respetar las nuevas ideas. En estas campañas, comenzó a destacar la figura del general Napoleón Bonaparte.

En pocos años, Francia pasó de invadida a invasora, pues sus tropas avanzaron más allá de sus fronteras, llevando al exterior las consignas de la Revolución y derrotando a los regímenes absolutistas de casi toda Europa.

Club patriótico de mujeres.























¿SABÍAS QUE...?
Para los revolucionarios franceses, la seguridad de estar comenzando una nueva era se manifestó en la implantación de un nuevo calendario, que empezaba a contar a partir de la proclamación de la República en septiembre de 1792. Los nombres de los meses fueron sustituidos por otros relacionados con la agricultura.
Meses                             Equivalencia
Vendimiario        (22 septiembre - 21 octubre)
Brumario             (22 octubre - 20 noviembre)
Frimario          (21 noviembre - 20 diciembre)
Nivoso                     (21 diciembre - 19 enero)
Pluvioso                       (20 enero - 18 febrero)
Ventoso                       (19 febrero - 20 marzo)
Germinal                         (21 marzo - 19 abril)
Floreal                              (20 abril - 19 mayo)
Pradial                             (20 mayo - 18 junio)
Mesidor                             (19 junio - 18 julio)
Termidor                         (19 julio - 17 agosto)
Fructidor               (18 agosto - 16 septiembre)
Días sans-culottes            (17 - 11 septiembre)


Fuente Bibliográfica: Caballero Escorcia, Boris Alexander (ed.). Hipertexto Santillana sociales 8. Bogotá: Ed. Santillana, 2010. pags: 50-55